JMW TURNER
Sir Joseph Mallord William Turner
“El artista que más conmovedora y acertadamente puede medir el temperamento de la naturaleza” –John Ruskin.
La Real Academia de Arte en Londres fue fundada en 1768. Antes de esto, prácticamente no existían corrientes o escuelas británicas. Los grandes maestros de la corte provenían del extranjero, comúnmente de Flandes.
En 1789, a la edad de 14 años, Turner ingresó como alumno a la Real Academia. A los 24 años se convirtió en miembro activo, exhibiendo su obra año con año, para después convertirse en profesor, y posteriormente en vicepresidente de la Real Academia de Arte.
El estilo de este pintor, se vio enormemente influenciado por sus múltiples viajes fuera de Gran Bretaña. Durante los cuales pudo apreciar la obra de diferentes artistas y captar en la naturaleza la fuerza de sus característicos paisajes.
La aportación de Turner resultó de gran trascendencia en el arte pictórico inglés, pues logró romper con la perfección de los cánones renacentistas y las normas clásicas establecidas sobre las que fue fundada la Real Academia.
Debido a su gran talento, William Turner, se convirtió en uno de los más destacados representantes de la pintura inglesa, y hoy es considerado como el mejor artista británico del XIX.
Al morir dejó toda su obra al gobierno de Inglaterra, a cambio, sólo pidió ser enterrado en la Catedral de Saint Paul, junto a los restos de Joshua Reynolds quien fuera su maestro. Gran parte de la colección fue colocada en el museo TATE.
TURNER en el TATE Museum
Tras recorrer cuidadosamente el afamado museo, sala por sala, obra por obra, llego al fondo del edificio para disfrutar finalmente de la sección dedicada a las pinturas que Turner donó a su patria. Desplegadas en un espacio de seis sub-salas, un corredor y dos vestíbulos, esperan a ser admiradas sus magníficas pinturas al óleo, dibujos, acuarelas, bocetos, e incluso unas cuantas obras incompletas.
La primera impresión es fascinante, luz, movimiento, colores brillantes. Todos los cuadros me llaman, todos los colores me atraen, todos exigen ser admirados. No sé por donde empezar…
De lo mejor me parecen dos cuadros amarillos, uno es un atardecer que provoca una calma muy especial. Se llama Dawn after the wreck. Cuanto espacio tiene, es increíble la paz que transmite, ¡que grandeza logra con tanta simpleza! El otro, un terrible incendio,The Burninng of the House of Commons. En ambos, el amarillo parece salir del fondo del bastidor, como luz propia que se esparce y se difunde penetrando en cada capa de pintura. Esta misma luz da balance a la composición y hace que el espectador vea el paisaje como objeto.
Más adelante, una imponente batalla naval arrebata mi atención. Numerosas velas de barco se asoman por encima de las volutas del humo de la refriega, logradas con maestría, dejan pasar a través de ellas una luz que emana desde el centro de la composición y se dispersa gloriosamente manifestando la victoria inminente, dando la sensación de que lo peor ha pasado ya, dejando en la oscuridad y agitación la batalla que pasó. Se trata de la obra titulada The Battle of Trafalgar, as seen from the Mizen Starboard Shrouds of the Victory o La batalla de Trafalgar, cubierta estribor del Victory vista desde el Mizen. La luz mencionada tiene propósito, al tiempo que indica el triunfo, envuelve al caído Almirante Nelson en un halo de heroísmo, en una partida gloriosa de este mundo, en una leyenda que será por siempre recordada.
No es de sorprender que los cuadros de Turner se consideren románticos. Es la atmosfera que consigue crear en el cielo y las nubes de sus paisajes, mediante esa traslucidez tan suya, creando remolinos de movimiento, de color que impregnan de grandeza sus temas. Tiene también un deje surrealista, no estrictamente, sino en el sentido de la dramatizada majestuosidad de sus propuestas.
Turner es un paisajista especializado en la pintura al óleo, sin embargo, su destreza no se limita a ésta técnica, su dominio de la acuarela también es evidente. Podría escribir sin parar sobre este artista, cada cuadro es diferente, cada uno tiene lo suyo. Sus creaciones más representativas son sus paisajes, pero también tienen gran valor y complejidad sus composiciones de Roma y Venecia, por poner un ejemplo.
Después de visitar estas salas, me quedo sorprendida y con una gran admiración hacia Turner, y su talento. Lo más destacable, su habilidad para crear dramatismo en un paisaje esplendido, lograr llenar de serenidad al espectador a través de luz y color, espacio y movimiento, de una belleza inexistente, ficticia.
The Field of Waterloo 1818
A Fresh Breeze. Fecha desconocida
Autorretrato 1799
Battle of Trafalgar seen from the Mizen 1806-08
Burnning of the House of Lords of Commons 16 de Octubre 1834
Burnning of Parliment
Dawn After the Wreck 1841
Fisherman at Sea 1796
Moonlight 1797
Norham Castle 1845
Burial at Sea 1842
Rockets and Blue 1840
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