WILLIAM TURNER
Siguiendo con los artículos sobre artistas que inspiran o a los que simplemente admira nuestro dibujante, David Belmonte, vamos a hablar de William Turner.
Joseph Mallord William Turner (1775-1851) está
considerado un artista romántico del paisaje inglés, cuyo estilo condujo a la fundación del Impresionismo (cita textual)
La familia de Turner era humilde -su padre barbero, su madre, una mujer con problemas mentales- por lo que no recibió una esmerada educación. Su padre, sin embargo, alentó sus cualidades para el arte y el dibujo, por lo que pudo desarrollar sus habilidades. Desde muy joven, comienzó a tomar apuntes incansablemente, una tarea que nunca dejaría de realizar durante el resto de su vida y que le serviría en sus futuros trabajos. Se fue formando bajo la tutela de otros artistas, y más adelante con colaboraciones para estudios de arquitectura, lo que le hizo aprender muy bien la perspectiva y la composición en el paisaje.
El temerario remolcado a dique seco (1839)
Pero el mayor talento de Turner era sin duda su enorme capacidad de memoria visual, que le sería de gran utilidad para la captación de lo efímero y lo fugaz; este hecho, unido a que tuvo tiempo y apoyo para desarrollar una carrera profesional de éxito, su hábito de tomar apuntes constantemente y su capacidad para descubrir nuevas formas de expresión pictóricas le llevaron a convertirse, junto con Constable, en el gran paisajista del siglo XIX, a elevar la técnica de la acuarela a cotas irrepetibles y revolucionar el arte de la pintura adelantándose a los conceptos de los impresionistas y el arte abstracto.
El incendio del Parlamento de Londres (1835)
El arte de Turner bebía de los clásicos - como Claudio de Lorena, Poussin, Tiziano, Cuyp, Van de Velde, Rembrant- , pero él no se conformaba con repetir sus fórmulas sino que los utilizaba como punto de partida para seguir investigando sin descando. Así, pasa de una composición de las formas concretas a una composición de la luz y el color en estado puro, donde el tema es apenas reconocible, como en el caso de "Sombra y oscuridad. La tarde del diluvio" o "Lluvia vapor y velocidad". Y si bien sus primera obras demuestran un virtuosismo a la hora de captar el momento, las últimas -década de 1840-, muestran ese mismo virtuosismo para captar el aire, el color de ese aire, de la atmósfera, de la luz atravesándola y de los fenómenos naturales del paisaje. Tal vez por esta razón se le otorgara el adjetivo de pintor romántico, aunque no lo fuera.
Sombra y oscuridad. (1843)
Lluvia, vapor y velocidad (1844)
La crítica fue casi siempre positiva con Turner, pero también tuvo detractores que le acusaban de pintar " nada" y sus obras más tardías produjeron fascinación e irritación por igual a sus coetáneos. Es curioso que uno de sus grandes defensores fuera John Ruskin , el mismo que tuvo el juicio contra el pintor estadounidense JamesWhistler - y del que ya hemos hablado en "1840"- . Curioso que aceptara la obra de uno y no la del otro, siendo que ambos llegaron a conclusiones similares y tan adelantadas a su tiempo. No obstante, el mencionado Ruskin al parecer quemó parte de las obras eróticas de Turner a su muerte; tan solo sobrevivieron unas pocas, que fueron expuestas en la Tate Gallery en el año 2000, lo que permitió conocer un Turner más humano y más cercano.